sábado, 19 de septiembre de 2009

1. Pensar como un emprendedor

Emprender quiere decir empezar, ponerse en marcha, y no implica el éxito o fracaso de la acción. Un emprendedor es alguien que empieza cosas.
Ser emprendedor se suele asociar a tomar riesgos, y por tanto difícil de afrontar para alguien que necesite una elevada seguridad, pero la clave está en conocer y medir esos riesgos, antes de lanzarse a la piscina.
Emprender no siempre quiere decir abrir un negocio nuevo, y puede aplicarse a casi cualquier campo o profesión. Siempre se pueden encontrar oportunidades para mejorar productos y servicios y de esta manera fidelizar a los clientes que los compran.
Un verdadero emprendedor posee ciertas características:
Motivado para el éxito. Dispuesto a superar los obstáculos que desalentarían a otros, con tal de conseguir tus objetivos.
Con iniciativa y resolutivo. No esperas a recibir instrucciones. Con ideas para abordar los desafíos.
Ves oportunidades donde otros ven problemas. Cuando te enfrentas con un obstáculo, en vez de sentirte derrotado, lo asumes como un reto, que te motiva aún más.
Tienes el control de tu propio destino y asumes la repsonsabilidad de tus actos. Asumes las consecuencias - negativas o positivas - de las decisiones que tomas y de las acciones que realizas.
Dispuesto a renunciar a la seguridad de la vida corporativa. No te importa trabajar sin la seguridad de cobrar la nómina a fin de mes.
El cambio te da alas. Más que asustarte, lo agradeces y disfrutas con él.
Entiendes la importancia de generar un beneficio. Las mejores intenciones y los mejores planes se van por la borda si no somos capaces de ganar dinero vendiendo nuestros productos y servicios más caros de lo que nos cuesta suministrarlos.

Un fallo no significa un fracaso, es una oportunidad para aprender y para aplicar la lección en la próxima ocasión. Muchos inversores no aportan fondos a emprendedores que no hayan tenido al menos un negocio fallido.

Muchas compañías fallan la primera vez, pero consiguen un éxito inmenso a la seguna: por ejemplo Apple, fracasó con un PDA, llamado Newton, pero una década después revolucionó el mundo con el iPhone.

Adaptado de Think like an entrepeneur

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